Pon el límite
En el campo y en la ciudad, las personas transitan por caminos de lastre o por las carreteras asfaltadas y hay necesidades que afectan tanto a las personas que no saben escribir y que no pueden leer como a las que sí saben hacerlo . . .
Por un lado están las personas que no saben ni leer ni escribir y por esa situación enfrentan la realidad de no poder comunicarse, de no tener la oportunidad de trabajar y con ello tampoco poder auto abastecerse.
Por otro lado están las personas que si saben leer y escribir y que pueden defenderse mejor, dependiendo de su grado de conocimiento y destrezas.
El campo está siendo abandonado y escasea la comida, la ciudad se va aglomerando y por falta de higiene las infecciones y los brotes de virus se van desarrollando.
Si podemos ayudar en nuestras comunidades a aquellas personas en desventaja a salir de su miseria, estaremos contribuyendo para que nuestros barrios y ciudades sean mejor cuidados. El esfuerzo de cada individuo es algo que va a marcar la diferencia...
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